
Muchas veces me tocó formar parte del grupete por ejemplo si volvía antes de la escuela o si mamá tenía que salir.
Es curioso que no recuerde ni uno sólo de los chismes, a lo mejor porque adelante mío hablaban en clave. Sin embargo, estoy segura de que aquellos ratos son los responsables de mi debilidad por el santa clara, el gusto por la lana amarilla, por el calor del golpeteo metálico de las dos agujas y también por la alegría que todavía me producen el Gran Bonete y el Don Pirulero.
Selva 2011. (Foto de 1970 en el patio de Cayasta, en el extremo izquierdo doña Pepa, en el derecho doña Ángela, al medio de izq. a der. doña María, su padre y su hermana doña Margarita).